Tú no eres el centro de mi vida.

Podrás no hablarme, hacerme daño, reirte de mí en mi cara, podrás hacer muchísimas cosas para que te odie sabiendo el daño que me van a causar; lamento decirte que hace un tiempo me podrían haber jodido, ahora tú y tus gilipoyeces me resultais completamente indiferentes. Si me quieres, que sea siempre, no solo para cuando a ti te interese. ¿Qué te crees que porque te creas guapo, perfecto o interesante tienes derecho a joderme y borrarme la sonrisa de la cara? Pues que sepas que estás muy equivocado y que gracias a otras personas que están día día junto a mí soy feliz, y eso ni tú ni nadie podrà cambiarlo.

Ella.

La miras y sonries, es más, te ries a carcajadas y te gustaría gritar a los cuatro vientos lo feliz que eres con ella y que no la cambiarías por nada del mundo. Claro que hay muchas, casi todos tienen una, pero tú estás 100% segura que ninguna es como ella. Nadie te contaría todo, ni te dejaría lo que hiciera falta ni se partiría la cara por ti, tampoco te secarían las lágrimas y te harían sonreir con tanta facilidad. Solo ella ha estado presente en todos los momentos de tu vida, los mejores y los peores. Ella te prometió un siempre que aún mantiene y te dijo más te quieros sinceros que cualquier chico con el que estuviste. Porque todavía me lo pregunto y si lo lees quiero que me respondas a esta pregunta, ¿ Qué haría yo sin ti, mejor amiga?

Si pidiera un deseo, serìa poder estar juntos.

Recuerdo todos los momentos que pasamos juntos y no puedo evitar llorar. Lo más triste del mundo es el querer estar juntos y no poder. Terminar todas y cada una de las conversaciones llorando pensando que puede ser la última. Decirte te quiero es lo más bonito y lo más sincero que ha salido de mi boca pero más bonito es decirlo sintiéndolo y lo mejor es que sea correspondido y sé que tú me lo correspondes. Desgraciadamente, distancia nos separa, y lo que en un momento nos pareció indiferente ha llegado a formar parte de nuestra relación. LLoro pensando en ti, en un tú y yo como el de antes, porque no hay nada más triste que un recuerdo feliz.